Los diferentes estudios tendientes a estudiar la prevalencia de eventos adversos en hospitales de países de ingresos altos, medios y bajos demuestran que el 10% de los pacientes experimentan eventos adversos durante su atención. Aproximadamente el 50% de estos daños podrían ser evitados implementando prácticas de seguridad sencillas y de bajo costo (Jha AK, 2019)

Se estima que el daño a los pacientes es la decimocuarta causa de muerte y discapacidad a nivel global, equiparándose con enfermedades como la tuberculosis y el paludismo. En algunos países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), el peso del daño a los pacientes es similar al de enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple y algunos tipos de cáncer. (OCDE, 2017)

Sólo en los Estados Unidos, se producirían por año 1500 errores de sitio quirurgico, de procedmiento o de paciente equivocado. En una encuesta de 1050 cirujanos de mano, el 21% divulgó la ejecución de cirugía del sitio incorrecto por lo menos una vez durante sus carreras. Se trata de un problema de salud pública mundial y es una de las principales metas internacionales de seguridad del paciente. (Seiden, 2006; Joint Commission, 2006; OMS 2020)

El impacto económico de las fallas de seguridad es considerable. Aproximadamente el 15% de la actividad total de los hospitales y de su gasto es consecuencia directa de los eventos adversos. Los eventos adversos más onerosos incluyen tromboembolismos venosos, úlceras por presión e infecciones. (OCDE, 2017)

Los errores de medicación golpean más a los pacientes de países de ingresos medios y bajos, que experimentan el doble de discapacidad y mortalidad por esta causa. Los errores ocurren más frecuentemente durante la administración, si bien existen riesgos en cada una de las etapas del proceso de medicación. (OMS, 2017)

Las Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud (IACS) y la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) son reconocidas a nivel mundial por los científicos, los sistemas de salud y la comunidad como una amenaza seria para la atención médica, asociada a morbilidad, mortalidad e incremento del gasto en salud (OMS, 2011)

Hasta el 80% de estos daños se pueden prevenir. Los errores más perjudiciales están relacionados con el diagnóstico, la prescripción y el uso de medicamentos (OCDE, 2018)

Cada año, en todo el mundo, cientos de miles de pacientes se caen en hospitales. Entre un 30 al 50% experimentan daños y muertes por complicaciones a partir de estas caídas como fracturas de cadera o hematomas intracraneanos. Los pacientes dañados requieren tratamiento adicional y a veces mayor tiempo de internación. Las caídas con lesiones agregan 6,3 días a la estadía hospitalaria. (Joint Commission, 2015)

Los tromboelmbolismos venosos suponen una tercera parte de las complicaciones atribuidas a la hospitalización. Se estima que anualmente se registran 3,9 millones de casos en los países de ingresos altos y 6 millones de casos en los países de ingresos bajos y medios (Raskob et al. 2014)

Como muchas de las infecciones que la causan son resistentes a los antibióticos, pueden provocar un rápido deterioro de la situación clínica. Se estima que anualmente se ven afectadas 31 millones de personas en todo el mundo, de las que más de 5 millones fallecen (Fleischmann et al, 2016).

La evidencia científica y la experiencia mundial de cientos de miles de casos de errores asistenciales, muertes y daños ocurren bajo el cuidado de buenos profesionales; personas dedicadas y capacitadas que se equivocan en el marco de procesos deficientes y sistemas complejos (Institute of Medicine, 2001).